El recordado Alberto Marino, había nacido un 26 de abril de 1923, falleciendo el 21 de junio de 1989, su nombre real era Vicente Marinaro, su apodo: LA VOZ DE ORO DEL TANGO.
Pasaba de un potente agudo a un
profundo bajo con la facilidad de los elegidos, poseía un vibrato
inconfundible pero del cual no abusaba.
Sus detractores, no obstante
reconocer su capacidad, le enrostran que era frío y carente de media voz.
Lo cierto es que el gran director Alfredo Gobbi
lo bautizó como "La voz de oro del tango".
Debutó como cantor de orquesta en
1939 cantando en la de Emilio Balcarce utilizando el seudónimo Alberto
Demari. Cuando Emilio Orlando toma la dirección de esa orquesta el cantor
cambió su nombre artístico y toma el que finalmente quedará para toda su
carrera: Alberto Marino.
El bandoneonista Aníbal Troilo
lo escucha cantar y le hace una oferta para ingresar en su agrupación. Marino
ya tenía un arreglo para ir a la orquesta de Rodolfo Biagi,
pero acepta el ofrecimiento de Troilo junto a quien se desempeñó desde 1943
hasta 1947.
Para muchos fue la mejor época del
cantor, sus versiones de los tangos "Tres amigos",
"Fuimos" y
"Tal vez será su voz"
son verdaderas joyas, entre muchas otras, de su aporte a la historia del
tango.
Luego de esa etapa exitosa decidió
comenzar su carrera como solista. Su primera orquesta la dirigió el
violinista Emilio Balcarce, el mismo con quien había empezado en 1939. Más
adelante pasa a hacerse cargo de su orquesta el bandoneonista Enrique Alessio
y un tiempo después el músico uruguayo Héctor María Artola.
En este período se destacan sus
grabaciones de los tangos "El motivo",
"Farolito de papel"
(con la letra original, en lunfardo) y "Venganza" un samba
brasileño de Lupicínio Rodrigues arreglado en tiempo de tango.
Hacia fines de 1949 cambia el
acompañamiento por el conjunto de guitarras de Roberto Grela, grabando para
el sello Odeon. El cantor y el guitarrista volverán a encontrarse hacia 1959,
dejando registros de esta nueva unión.
En la década del cincuenta
continuará su intensa actividad junto a numerosas orquestas como las de: Hugo
Baralis, Osvaldo Manzi, Alfredo De Franco.
También en esa década realiza
numerosas giras por toda Latinoamérica y Estados Unidos con las agrupaciones
de Edelmiro D'Amario y César Zagnoli, entre otras.
En los años sesenta es acompañado
por el conjunto de guitarras de José Canet y
graba 12 registros. Como curiosidad podemos mencionar la versión de la zamba
"La López Pereyra" en tiempo de tango.
A fines de la década del sesenta y
durante la década del setenta siguió actuando ininterrumpidamente junto a
orquestas de gran nivel como las de Miguel Caló, Armando Pontier,
Carlos García, Osvaldo Requena, Alberto Di Paulo, dejando en la mayoría de
los casos registros grabados.
Ya no tenía el registro de tenor,
pero igual siguió brillando como un eximio barítono.
Fue admirador de Gardel y de Charlo, pero
cuando uno le preguntaba sobre quien influyó en su decir y su fraseo,
indefectiblemente contestaba: Antonio Rodríguez Lesende.
Cantor poco conocido, cuyas grabaciones son muy difíciles de encontrar y que
suman al rededor de dieciséis registros. Llegó al disco con los
acompañamientos de orquestas de la importancia de Antonio Bonavena,
Ricardo Luis Brignolo,
Típica Brunswick, Carlos Di Sarli
y Edgardo Donato.
Alberto Marino se fue de repente,
todavía con la garganta entera, dejando un recuerdo imborrable en todos los
que admiramos el brillo y la sonoridad de su voz de oro.
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